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viernes, 31 de diciembre de 2010

LA CAÍDA DE LAS RUINAS ZUMION



El primer templo de Atreia y el más glorioso era el de Zumion. Creado por el poder de Aion, el santuario fue grandioso y bello. Verdes jardines, paredes lisas vírgenes, aguas cristalinas. Zumion fue un lugar sagrado, todos los de Atreia peregrinaban para tomar el sol bañado por la belleza de Zumion y la gloria de Aion.


Aunque los Balaur gobernaban el mundo, los Humanos adoraban sólo a Aion, y desarrollaron su propia cultura. Los sacerdotes de Zumion fueron elegidos por su fe y sabiduría. Ellos ejercen una gran autoridad.


La belleza de Zumion y la fe de los sacerdotes dio a los Humanos esperanza a través de los siglos de opresión.


Las primeras criaturas creadas por Aion, los Balaur, fueron las primeras en maldecir el dominio de Aion. El Balaur envidia el poder de Aion sobre la vida y la muerte.


Insatisfechos de perseguir y atacar a todas las razas de Atreia, los Balaur desearon más poder - el poder de Aion - y cuestionaron el poder de la Torre de la Eternidad.


Los santuarios dedicados a Aion eran una maldición para ellos.
Así, es como aparecieron los Señores Balaur (Balaur Lords), listos para profanar todos los templos de Atreia.


Uno a uno, los Balaur sistemáticamente demolieron los santuarios de toda Atreia, enviando a personas aterrorizadas que huían de ellos, hacia Zumion. Con todos los otros santuarios en cenizas, Meslamtaeda finalmente llegó a Zumion. Romipendo sus edificios ya no era suficiente para calmar la ira del Señor Draken y el odio hacia Aion.


Los seres humanos apiñados en el interior del templo, suplicando a Aion para que interveniera. En su lugar, se oyó la voz de un terrible rugido de Meslamtaeda pronunciando una maldición: "Zumion, silencio! Para siempre!"


Aquellas palabras retumbaron por las paredes, e hicieron que todo seguidor y sacerdote se convirtiera en piedra. El santuario se hundió en el agua. Lo que había sido el pináculo de la gloria de Aion, se convirtió en el punto culminante de los Balaur y sus celos.


El colapso de Zumion influyó entre los seres humanos restantes. Horrorizados, no se atrevieron a reconstruir el templo.


En las páginas del tiempo, Zumion desapareció de la memoria humana y los Balaur se marcharon de Atreia.
Sin embargo, las Ruinas Zumion permanecerán, en silencio, bajo el agua.




La caída de las Ruinas Zumion 

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